¿Qué es más real, lo que alguien imagina o lo que ocurre pero nadie ve? Esta es una típica pregunta filosófica que aún hoy da mucho que hablar...
En la respuesta a esta cuestión Hegel, Marx y Freud, como en tantas otras cuestiones, apuntarían a un enfoque similar, a saber, poner de manifiesto lo real de lo espectral, lo real de la apariencia, de lo imaginario. Nosotros nos vamos a servir del primer capítulo de la serie Hitchcock Presenta titulado Venganza para escudriñar una respuesta.
En Venganza Hitchcock nos presenta un matrimonio, Spawn y Elsa, que tras la crisis nerviosa de la mujer, con vistas a la recuperación de ésta, se van a vivir unos días en una caravana junto a la playa. Spawn se separa de ella una mañana y cuando vuelve se encuentra que su mujer ha sido víctima del misterioso maltrato de un hombre alto de traje gris. Spawn le pregunta qué le ha pasado y ella responde: «¡Me ha matado! ¡Me ha matado!». Todo el universo simbólico parece cobrar significado a partir de esta expresión de Elsa. Los detectives buscan pistas en la carabana que no hayan, el médico no encuentra daños físicos en la esposa, sólo les aconseja que abandonen ese entorno traumático para ella, Spawn le promete venganza a Elsa, que matará a su maltratador. Finalmente, siguiendo la indicación del médico, la pareja se marcha en coche cuando, circulando por la ciudad, Elsa exclama: «¡Es ese! ¡Es él! ¡Es él!». Spawn se baja del coche, esconde bajo su manga una llave inglesa, persigue disimuladamente al hombre sospechoso del traje gris por su hotel y, finalmente, cumpliendo con su promesa, lo asesina brutalmente. Cuando Spawn sale del hotel, vuelve a subirse al coche y lleva un rato al volante junto a su esposa, ésta presa del pánico vuelve a repetir: «¡Ahí está! ¡Es él! ¡Es él!».
La trama de Venganza pone de manifiesto lo real de lo espectral, es decir, de qué manera lo que alguien imagina, en este caso la fantasía de Elsa consistente en verse a sí misma como víctima de un maltrato a manos de un personaje imaginario de traje gris, desde el momento en que es colocado dentro de las coordenadas de lo real, el marido ignorante de las secuelas psíquicas de la crisis nerviosa de su mujer toma la fantasía de su mujer como real, condiciona toda nuestra “realidad”, hasta el punto que Spawn comete el asesinato del primer hombre alto de traje gris que Elsa identifica como su maltratador. El desenlace traumático del corto coincide con el momento en que la fantasía se muestra “como tal”, esto es, cuando Elsa, una vez Spawn ya había cometido el asesinato, vuelve a repetir «¡Ahí está! ¡Es él! ¡Es él!». A partir de ese instante queda claro el sin sentido de aquél «¡Me ha matado!» que pretendía resumir el maltrato, queda patente su carácter ilusorio, espectral, y toda "la realidad", todo el universo simbólico, de Spawn, del resto de protagonistas e, incluso, de los espectadores cobra un nuevo significado radicalmente distinto.
5 comentarios:
Véase también, en la poesía de Benjamin Prado, el Filósofo, que creo que inspiró el texto :P
No !
Me inspiraste tú !
La venganza en youtube:
Parte 1:
http://youtube.com/watch?v=OfLHdNSj4J4
Parte 2:
http://youtube.com/watch?v=eXcIc5g-nEo
Parte 3:
http://youtube.com/watch?v=P9zODCFplBI
Saludos !
Partamos de que existe lo REAL.
¿Existe algún método para diferenciar lo real-espectral de lo real-real?
Porque, si no lo hay, llegaremos a la conclusión de que todo es real-espectral (o real-real) y sólo hay diferentes grados de convencimiento de lo que es y de lo que no es.
Saludos.
Vista Venganza quizá obtengas alguna pista a tu respuesta...
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