lunes, marzo 05, 2007

Dos sueños cándidos, inmaculados...

Fruto de esas maravillosas conversaciones Vinyeta con Iván, él sabe qué astros ocupan nuestros pensamientos, nuestros sentimientos...

Amigo, compañero,
si una te amara a ti,
y la otra a mí,
si esos dos sueños,
cándidos, inmaculados,
nos tocaran al fin,
¿cuántas letras rodarían
por sus blancuras
de uno a otro confín?

Mira sus labios
de dulces fresas,
sus ojos negros
hechos de luz,
sus tersas manos
de gestos sin fin,
y sus historias,
¡oh sus historias!
por cada una de ellas,
por sus elocuencias,
acentos y ademanes,
lo mejor darías de ti,
lo mejor yo de mí.

¿Qué sería de nosotros?
Si no las sintiéramos,
si no las viéramos,
si no las rozáramos,
si no fuera posible
besarlas sin besarlas,
amarlas sin amarlas,
tomarían asiento
el pensar y la imaginación,
morirían de inanición,
de infinito lamento,
sin ningún alimento.

Amigo, compañero,
y qué decir del mundo:
que da miedo sin ellas,
que siendo lo que son,
nuestra más pura,
viva y fugaz esperanza,
es a través de las dos,
de la una, de la otra,
que todo cobra sentido,
que la nada no es nada,
que todo ya es poco,
y mucho no es nada.

2 comentarios:

Ender el Xenocida dijo...

Muy bonito.
Pero la imagen es contraproducente. No he podido leer ni una línea.

Edmundo V dijo...

Gracias.

No entiendo lo de que no has podido leer una línea...

Saludos !