domingo, diciembre 03, 2006

Giordano Bruno en «Campo dei Fiori»...


«El infierno no existe pero es el temor infundado de que existe lo que hace del infierno una realidad» (Giordano Bruno)


Una noche de Febrero de 1600, Roma, plaza «Campo dei Fiore», en el centro prende una hoguera, su fuego consume el cuerpo de una de las mentes más inteligentes y maravillosas que hayan existido jamás. Giordano Bruno (1548-1600), quemadas sus obras por la Santa Inquisición, acallado tras los barrotes de las cárceles de la Iglesia durante más de diez años, negándose instantes antes de que prendiera su cuerpo a besar un crucifijo, quemado vivo en las llamas del fuego «santo y purificador», con la lengua atada a un palo para que no pudiera hablar.

En el lugar en que el genio fue quemado ahora puede verse su estatua. Bruno siempre será el ejemplo paradigmático de intelectual defensor de una filosofía no sierva de la religión, de un pensamiento sin límite...

Algunas fotos...
Giordano BrunoGiordano BrunoGiordano Bruno y yo...Bruno dando clases
Bruno contra la Santa InquisiciónBruno en la hogueraPlaca conmemorativaComiendo en Campo di Fiori










Poema de Giordano Bruno a sus verdugos 

Decid, ¿cúal es mi crimen? ¿lo sospecháis siquiera?
Y me acusais, ¡sabiendo que nunca delinquí!
Quemadme, que mañana, donde encendais la hoguera,
Levantará la historia una estatua para mí.
Yo sé que me condena vuestra demencia suma,
¿Por qué?...Porque las luces busqué de la verdad,
No en vuestra falsa ciencia que el pensamiento abruma
Con dogmas y con mitos robados a otra edad,
Sino en el libro eterno del Universo mundo,
que encierra entre sus folios de inmensa duración;
los gérmenes benditos de un porvenir fecundo,
basado en la justicia, fundado en la razón.
Y bien, sabéis que el hombre, si busca en su conciencia,
la causa de las causas, el último por qué
ha de trocar muy pronto, la Biblia por la ciencia,
los templos por la escuela, la razón por la fé.
Yo se que esto os asusta, como os asusta todo
todo lo grande , y quisierais poderme desmentir.
Más aún, vuestras conciencias, hundidas en el lodo
de un servilismo que hace de lástima gemir...
Aún allá, en el fondo, bien saben que la idea,
es intangible, eterna,divina, inmaterial...
Que no es ella el Dios y la religión vuestra
Sino la que forma con sus cambios , la historia universal.
Que es ella la que saca la vida del osario
la que convierte al hombre, de polvo, en creador,
la que escribió con sangre la escena del calvario,
después de haber escrito con luz, la de Tabor.
Más sois siempre los mismos, los viejos fariseos,
Los que oran y se postran donde los puedan ver,
fingiendo fé, sois falsos llamando a Dios, ateos
¡chacales que un cadáver buscáis para roer!...
¿Cúal es vuestra doctrina? Tejido de patrañas,
vuestra ortodoxia, embuste;vuestro patriarca, un rey;
leyenda vuestra historia, fantástica y extraña.
Vuestra razón la fuerza; y el oro vuestra ley.
Tenéis todos los vicios que antaño los gentiles
Tenéis la bacanales, su pérfida maldad;
como ellos sois farsantes, hipócritas y viles
Queréis, como quisieron, matar a la verdad;
Más...¡Vano vuestro empeño!...Si en esto vence alguno;
soy yo porque la historia dirá en lo porvenir;
"Respeto a los que mueren como muriera Bruno"
Y en cambio vuestros nombres...¿Quién los podrá decir?

¡Ah!...Prefiero mil veces mi muerte a vuestra suerte;
Morir como yo muero...no es una muerte ¡no!
Morir así es la vida; vuestro vivir, la muerte
Por eso habrá quien triunfe, y no es Roma ¡ Soy Yo!
Decid a vuestro Papa, vuestro señor y dueño,
Decidle que a la muerte me entrego como un sueño,
porque es la muerte un sueño, que nos conduce a Dios...
Más no a ese Dios siniestro, con vicios y pasiones
que al hombre da la vida y al par su maldición,
Sino a ese Dios-Idea, que en mil evoluciones
da a la materia forma, y vida a la creación.
No al Dios de las batallas, sí al Dios del pensamiento,
al Dios de la conciencia, al Dios que vive en mí,
Al Dios que anima el fuego,la luz, la tierra, el viento,
Al Dios de las bondades, no al Dios de ira sin fin.
Decidle que diez años, con fiebre, con delirio,
Con hambre, no pudieron mi voluntad quebrar,
Que niegue Pedro al Maestro Jesús, que a mí ante el martirio,
de la verdad que sepa , no me haréis apostatar.
¡Más basta!...¡Yo os aguardo! Dad fin a vuestra obra,
¡Cobardes! ¿Qué os detiene?...¿Teméis al porvenir?
¡Ah!...Tembláis...Es porque os falta la fé que a mi me sobra...
Miradme...Yo no tiemblo...¡Y soy quien va a morir!...

Aquí podéis encontrar una muy breve explicación del monumento.
Y aquí un artículo acerca de Giordano Bruno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me enorgullece profundamente ver que alguien le hace honores a un alma tan magnífica como la de Giordano Bruno.

Ojala todos tuvieran lo posibilidad de conocer, apreciar y valorar a Giordano Bruno y otros intelectuales que marcaron nuestras vidas para siempre, lo sepamos o no, y poder disfrutar del conocimiento invalorable que nos han legado.

Daniel.